Los futuros del oro en Estados Unidos alcanzaron un nuevo récord histórico este viernes, superando los US$3,534 por onza troy en la Bolsa Mercantil de Nueva York.
El repunte fue provocado por una medida inesperada de la administración del presidente Donald Trump: imponer un arancel del 39% a los lingotes de oro importados. La disposición, comunicada el 31 de julio por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), elimina la exención que beneficiaba a las presentaciones más comunes en el comercio global, de un kilogramo y 100 onzas, contradiciendo el anuncio realizado en abril.
Suiza, principal país refinador y exportador de oro hacia Estados Unidos, se verá especialmente afectada. En los últimos 12 meses hasta junio, envió a ese país oro con un valor de US$61,500 millones.
El impacto fue inmediato: mientras en Nueva York el precio subió con fuerza, los mercados de Hong Kong y Londres comenzaron a cotizar con descuentos significativos.
El incremento en el precio del oro —que ya acumula un alza del 30% en lo que va del año— también responde a factores estructurales como la incertidumbre política en Estados Unidos, tensiones geopolíticas y la política monetaria de la Reserva Federal.
Analistas, como Lina Thompson de Goldman Sachs, prevén que el clima de confrontación entre la Casa Blanca y las instituciones financieras mantendrá una presión alcista sobre el metal precioso.